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¡Oh yes!, El gran pretender

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“El Barrio es el Barrio, socio, y el Barrio se respeta. El que no lo respeta hasta ahí llegó: si es cholo se quemó con la raza, si no es cholo lo madreamos macizo”. Así comienza el cuento largo o novela corta El gran pretender de Luis Humberto Crosthwaite. Digo cuento largo o novela corta porque el texto tiene una extensión de 42 páginas, divido éste, irónicamente en 42 apartados o capítulos,* a los cuales incluso se les puede llamar de otras maneras, pues todo depende del ojo con que se lea El gran pretender. El gran pretender resulta una gran aportación y novedad al mundo literario no sólo de nuestro país, sino de la literatura hispanoamericana, puesto que en una forma narrativa totalmente hibrida, el autor de Tijuana estructura su texto a través de tres géneros literarios: cuento, novela y poesía, e incluso con la viñeta. La misma novedad reside en cada capítulo o cómo se le llame a esta hibridez. En su mayoría son textos que no rebasan la cuartilla y en ocasiones ni a la media cuartilla llegan. Un claro ejemplo es el primer apartado insertado al principio de este trabajo; ése es el primer capítulo. Así de corto. Y por si esto no fuera todo, estos pequeños capítulos podrían ser en sí mismos un cuento cada uno, y así tenemos que en conjunto los 42 apartados forman una misma novela (corta o nouvelle). Por ejemplo, en lo que se refiere al género del cuento, y que en este caso es más bien microcuento, por la extensión de cada uno, tenemos lo siguiente: “En su brazo derecho, desde hace tres años, está tatuada una Virgen de Guadalupe bien pirata, bien mal hecha, que le hicieron al Saico antes de que conociera al Floyd. Esa virgencita ya lo tienen hasta la madre y recientemente ha pensado quitársela con una lijadora eléctrica”.

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